El artículo de hoy llamado "Neolenga para un 2012 popular", desmonta ese vocabulario (utilizado como daga del ocultismo) al que la clase política nos viene acostumbrando. Sin más, os dejo con el artículo:
Neolenga para la era popular.
No diga congelar el salario mínimo, diga "mejorar la competitividad". No diga violencia machista, diga "violencia en el entorno familiar". No diga recesión, diga "tasa negativa de crecimiento económico". No diga copago ni mucho menos repago: es un necesario "ticket moderador". No diga recortes, diga "reformas". No diga empleo precario, diga mejor "minijob". No diga abartar el despido, diga "flexibilidad en el mercado laboral". No los llame patronal o empresarios, llámelos "emprendedores". No critique las rebajas fiscales a los más ricos, son "ayudas a los ahorradores".
No hable de regalar dinero público a la banca con un banco malo, se trata de "facilitar la gestión activa del patrimonio dañado de las entidades financieras". No cuestione un gabinete de puerta giratoria, con los lobbies en el Consejo de
Ministros: alabe su preparación empresarial. No critique a un ministro de Defenso que ha pasado los últimos 16 años a los dos lados del misil -comprándolos desde las fábricas de armas-; elogie su "experiencia en el sector". No recuerde a Lehman Brothers, sus directivos nunca han sido responsables de lo que pasó.
No prometa ante la Constitución, mejor ante la Biblia. No hable de Estado aconfesional, elogie a dios como "legislador universal". No lo llame matrimonio, que las peras son peras, y las manzanas son manzanas y la mujer-mujer es la alcaldesa de Madrid. No diga Educación para la Ciudadanía, diga mejor religión. Y deje de culpar al Gobierno del paro, de la situación económica o de la lluvia, que eso es cosa del pasado: ahora es culpa de la herencia recibida" de la "hemorragia de la deuda", de la "coyuntura económica general" y de la "crisis internacional".
Y de la pertinaz sequía.
Un artículo que desde el Tercer Ojo hemos creído interesante para darlo a conocer.